“TheLibrook, un espacio
para los amantes de los libros”
Hoy presentamos: Llamadas desde
Ámsterdam de Juan
Villoro
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Editorial: Almadia |
La gente que conoce a Juan Villoro,
afirma que es un gran conversador, un erudito, un excelente crítico de
literatura, pintura y cine, y quizá hasta de cocina. En dos ocasiones, tuve el
privilegio (y lo digo de verdad) de platicar con él; la primera hablamos
obviamente de literatura, sobre escritores argentinos, chilenos, mexicanos, sobre
el entrañable y audaz Monsiváis, sobre la vida, viajes y cuentos de Pitol y por
supuesto, de la genialidad de Borges. La segunda, de autores escandinavos, rusos,
de Dostoievski y Roberto Bolaño- fue como hablar de una estrella de música rock-,
a quien también conoció y tuvo el gusto de llamarlo amigo. En ambas ocasiones
me sentí inspirado por su charla, tan bien informada, trazada y con una
elocuencia entre el rigor académico y el empedernido lector que es.
Admiro a Villoro en principio por su
labor como comunicador de su generación, como ávido conocedor de arte, como
estudioso de letras y, naturalmente, como conversador, es un tipo apasionado,
emociona oírle hablar. No obstante, cuando leo sus cuentos y en esta ocasión,
su breve llamada, me deja sentimientos encontrados. Sin duda estamos delante de
un escritor muy formado, estudiado y técnico, cuyas historias son redondas,
bien planeadas y escritas con exacta maestría, con el riguroso ojo de un
crítico y escritor formado. Sí, no hay duda. Pero algo falta, me da la
impresión que están tan bien trazadas que carecen de fuego y pasión; sus
personajes –al menos en esta novelita de amor—, parecen muy estudiados, como si
sus emociones estuvieran más bien calculadas, distantes, casi perfectas
creaciones al servicio de una trama bien llevada con una tensión sólida.
Esta es una novela de amor, llevada a través
de las conversaciones telefónicas sostenidas entre un ex matrimonio
relativamente joven, en la calle de Ámsterdam, en la colonia Hipódromo. Aquí se
dan cita las figuraciones, las preguntas, las tretas y las distancias. Nuria y
Juan José sólo estando lejos, se logran sentir cerca y pueden volver a hablar después
de diez años de matrimonio sin hijos, en la más lineal y distante de las
relaciones. La novela se lee rápido y entretiene y eso es un logro, una novela
para ser leída en una sentada.
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Foto: Julio Sarabia |
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