martes, 15 de diciembre de 2020

Llamadas desde Ámsterdam de Juan Villoro

 

“TheLibrook, un espacio para los amantes de los libros”

Hoy presentamos: Llamadas desde Ámsterdam de Juan Villoro


Editorial: Almadia

La gente que conoce a Juan Villoro, afirma que es un gran conversador, un erudito, un excelente crítico de literatura, pintura y cine, y quizá hasta de cocina. En dos ocasiones, tuve el privilegio (y lo digo de verdad) de platicar con él; la primera hablamos obviamente de literatura, sobre escritores argentinos, chilenos, mexicanos, sobre el entrañable y audaz Monsiváis, sobre la vida, viajes y cuentos de Pitol y por supuesto, de la genialidad de Borges. La segunda, de autores escandinavos, rusos, de Dostoievski y Roberto Bolaño- fue como hablar de una estrella de música rock-, a quien también conoció y tuvo el gusto de llamarlo amigo. En ambas ocasiones me sentí inspirado por su charla, tan bien informada, trazada y con una elocuencia entre el rigor académico y el empedernido lector que es.

 

Admiro a Villoro en principio por su labor como comunicador de su generación, como ávido conocedor de arte, como estudioso de letras y, naturalmente, como conversador, es un tipo apasionado, emociona oírle hablar. No obstante, cuando leo sus cuentos y en esta ocasión, su breve llamada, me deja sentimientos encontrados. Sin duda estamos delante de un escritor muy formado, estudiado y técnico, cuyas historias son redondas, bien planeadas y escritas con exacta maestría, con el riguroso ojo de un crítico y escritor formado. Sí, no hay duda. Pero algo falta, me da la impresión que están tan bien trazadas que carecen de fuego y pasión; sus personajes –al menos en esta novelita de amor—, parecen muy estudiados, como si sus emociones estuvieran más bien calculadas, distantes, casi perfectas creaciones al servicio de una trama bien llevada con una tensión sólida.

 

 Esta es una novela de amor, llevada a través de las conversaciones telefónicas sostenidas entre un ex matrimonio relativamente joven, en la calle de Ámsterdam, en la colonia Hipódromo. Aquí se dan cita las figuraciones, las preguntas, las tretas y las distancias. Nuria y Juan José sólo estando lejos, se logran sentir cerca y pueden volver a hablar después de diez años de matrimonio sin hijos, en la más lineal y distante de las relaciones. La novela se lee rápido y entretiene y eso es un logro, una novela para ser leída en una sentada. 


Foto: Julio Sarabia


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